Desde hace más de 900 años, familias adineradas, empresas e instituciones de Castilla y León han dedicado parte de su patrimonio a mejorar la calidad de vida de la región y de los colectivos más desfavorecidos, a travs de fundaciones sobre las que la Junta ejerce su protectorado desde 1995.

Las fundaciones más numerosas en Castilla y León son las benéfico-asistenciales (205), seguidas por las docentes (200), las culturales (35) y, por último, las laborales, de las que en la actualidad sólo una está operativa en la comunidad autónoma.

La gestión y el protectorado de las fundaciones corresponde a distintas consejerías según la naturaleza y los fines de cada una de ellas. Así, las culturales y docentes siguen adcritas a la Consejería de Educación y Cultura, las benéfico-asistenciales corresponden a la Consejería de Sanidad y Bienestar Social y las laborales a la de Industria, Comercio y Turismo.

Este protectorado ejercido por las consejerías consiste en garantizar la legalidad de la fundación, asesoramiento jurídico y económico, control de cumplimiento de los fines fundacionales y control de los recursos económicos.