Tras la negativa recibida por la compañía en una reciente reunión con responsables de la industria agroalimentaria regional, la dirección de Fundición Industrial de Grasas Animales (Figasa) decidió elaborar una segunda propuesta menos ambiciosa. Así, en lugar de dos avales, uno de 500 millones para refinanciar créditos y otro de 400 para nuevo endeudamiento, la petición de ayuda se limtaba sólo al segundo.

Con el fin de tomar una decisión lo antes posible, el Gobierno castellano-leonés solicitará en los próximos días más información a la empresa para conocer con precisión su estado financiero y los planes elaborados para superar la crisis, es decir, el destino que tendría el dinero solicitado a las arcas de la Administración autonómica.

Hasta ahora, Figasa ha logrado sólo un compromiso de la Junta para recibir una subvención por importe de 300 millones de pesetas en un períodode tres años, medida que los responsables de la compañía consideran una "solución parcial", ya que siguen estimando imprescindible el aval de 400 millones para sanearla.

Figasa tiene 247 trabajadores y una deuda que ronda los 2.000 millones de pesetas, originada fundamentalmente por la inversión acometida en la remodelación de los sistemas productivos a la que obligó la normativa comunitaria en buena parte del sector agroalimentario europeo.