Según fuentes de la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta, en Andalucía hay 25 plantas depuradoras de aguas fecales que se apoyan en una sencilla técnica que reproduce los procesos naturales. Estas instalaciones tienen buena aceptación entre los ayuntamientos por su bajo coste de mantenimiento, ya que sólo precisan de un operario.

La carencia de este tipo de instalaciones en una parte importate de Andalucía ha sido objeto de duras críticas de los grupos políticos de la oposición en reiteradas ocasiones.

El PP denunció recientemenmte la inexistencia de estas infraestructuras en la comarca que circunda el Parque Nacional de Doñana, que a su juicio se ha convertido en el vertedero de residuos fecales de más de 100.000 personas que habitan en su entorno.