El guardia, que comenzó a ser juzgado hoy en la Audiencia Provincial de Zamora, está acusado de un desfalco de 20 millones de pesetas destinados al pago de deudas pendientes de dicha cmandancia, cuyos cheques cobraba presuntamente en beneficio propio.

El desfalco fue descubierto en 1990 por el Tribunal de Cuentas, tras una inspección llevada a cabo por éste y por la Delegación de Hacienda al tenerse noticia de que existían anomalías en la caja de la comandancia donde estaba destinado el cabo.

Según la acusación, el cabo recibía del oficial cajero los cheques al portador, extendidos contra las cuentas corrientes que la comandancia tenía abiertas en dos sucursales bancarias, per en lugar de hacerlos llegar a su destino procedía él mismo a su cobro, apropiándose del dinero.