Según la nota, la autopsia y demás diligencias de investigación fueron realizadas por profesionales altamente cualificados y organismos públicos del máximo prestigio y acreditada competencia. La autopsia concluyó que no podía establecerse la intervención de alguna persona en la muertede Susana Ruiz, que según los informes falleció por edema de pulmón y frío, con la posible concurrencia de productos tóxicos.

Ninguno de los organismos que intervinieron en las investigaciones encontró pruebas de la intervención de personas en el fallecimiento ni indicios de que la joven hubiera sido violada.

Entre las pruebas practicadas, se remitieron a la sección de Policía Científica de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid las terceras falanges de los dedos del cadáver para traar de encontrar vestigios microscópicos. Una vez examinadas las falanges, se devolvieron al Instituto Anatómico Forense y posteriormente se destruyeron con el permiso de la juez, lo que fue comunicado a la familia de Susana Ruiz, sin que se planteara recurso u objeción alguna.

A solicitud de la familia se entregaron al doctor Frontela unas fotografías realizadas durante la autopsia y las practicadas por la Policía Judicial. Este médico forense considera que Susana Ruiz fue estrangulada.

A la vist del informe del doctor Frontela, la jueza ha decidido trasladarlo a los doctores y organismos que intervinieron en la autopsia, por si les llevara a variar sus conclusiones iniciales. Una vez en poder del juzgado los informes que ha requerido, la jueza acordará si es pertinente o no la realización de una segunda autopsia solicitada por la familia de la joven.