El magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6 tomó la decisión después de conocer los informes forenses que recomiendan el internamiento de Yassine Kanjaa.

Los facultativos consideran que el perfil del imputado es compatible con un trastorno delirante, lo que hace recomendable su internamiento en una unidad psiquiátrica dependiente de Instituciones Penitenciarias a la espera de nueva valoración y el diagnóstico definitivo sobre su estado mental.

El juez pidió estos informes para saber si el investigado es imputable. Los informes se han realizado con pleno respeto al derecho de defensa del detenido y con su previo consentimiento. Durante la valoración, Kanjaa no se cansó de repetir que “veía diablos” y que la hablaban.

En un auto dictado el martes Gadea rechazó inhibirse en favor de los juzgados de Almería al entender que los hechos se encuadran dentro de un delito con fines terroristas y acordó el levantamiento del secreto de las actuaciones. En concreto, el juez asegura que “sin perjuicio de la calificación que se precise al finalizar la instrucción, los hechos investigados encajan en un delito de asesinato y otros dos en grado de tentativa con fines terroristas”.

Según recogía el relato de hechos, el investigado accedió al interior de la Iglesia de San Isidro de Algeciras sobre las 18.30 del pasado 25 de enero donde discutió con algunos feligreses y defendió que la única religión es la islámica. El hombre acabó abandonando el templo, regresó a su domicilio, cogió un machete de grandes dimensiones, lo ocultó bajo la chilaba negra que vestía, apagó su teléfono móvil y lo guardó en el interior del cajón de su mesita.

Tras ello, regresó sobre al 19.40 y se puso a gritar soflamas a favor del Corán y en contra de la Virgen y los fieles católicos ante la puerta del templo. El párroco de la iglesia, Antonio Rodríguez Lucena, salió a ver qué pasaba y fue agredido por Kanjaa con un machete, causándole heridas de gravedad. También resultó herida otra persona.

Tras ello, el hombre se trasladó al centro de culto Virgen La Palma donde “se encuentra con el sacristán de esta iglesia”, Diego Valencia, al que agrede causándole las primeras heridas. El hombre trató de huir por la plaza aledaña, pero Kanjaa le dio alcance y le asestó “una estocada mortal”.