Así, el magistrado y la fiscal encargada del caso, Olga Sánchez, acudieron a Alcalá de Henares a primera hora de la mañana, acompañados del secretario judicial, de un oficial y de un equipo de la policía científica, que tomó fotos de los escenarios y grabó imágenes en vídeo.

En Alcalá de Henares, callejearon por la zona en la que se encontró la furgoneta Renault Kangoo en cuyo interior había siete detonadores y una cinta magnetofónica con versículos del Corán, así como otro vehículo modelo Skoda Fabia utilizado por los terroristas.

La furgoneta fue encontrada el mismo día de los atentados, mientras que el coche se halló a pocos metros de donde estuvo ésta pero en junio, tres meses después de la masacre. En su interior había una agenda, una maleta y unas cintas magnetofónicas, una de ellas en árabe.

El magistrado y la fiscal comprobaron que desde la zona en la que estaban la furgoneta y el coche hasta la estación del tren de cercanías había un recorrido de unos dos minutos.

A las siete de la mañana, el juez y la fiscal cogieron en la estación de cercanías de Alcalá de Henares el tren con dirección a Atocha. Así, comprobaron que el recorrido dura 40 minutos, más o menos lo que tardó en detonar una de las bombas que iba en ese mismo tren hace un año.

El magistrado y la fiscal han practicado esta diligencia para reconstruir los atentados y comprobar algunas cuestiones, como, por ejemplo, si era posible que uno de los presuntos autores materiales de la masacre fuera visto en dos sitios diferentes.

Según las mismas fuentes, si es posible, se realizará una reconstrucción aérea en helicóptero en los próximos días, con el fin de ver la situación de los trenes en las vías a las horas en las que ocurrieron los atentados.