EL JUEZ DEVUELVE LA CUSTODIA DEL "NIÑO DEL ROYO" A SU MADRE BIOLOGICA
-El magistrado dice que no hay pruebas de que le usase para mendigar.
-Los informes señalan que la evolución es la propia de un niño de su edad y el juez dice que es gracias a la madre.
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El titula del juzgado número 6 de Salamanca, Luciano Salvador, ha decididp hoy devolver la custodia de Diego L.B. a su madre biológica -que le fue retirada el pasado septiembre por desamparo-, tras resolver que no ha habido "incumplimiento intencional por la madre de sus deberes de guarda respecto a su hijo".
La progenitora del conocido como "El niño de El Royo" perdió la custodia del pequeño de cuatro años de edad, el pasado mes de septiembre, después de ser acusada de utilizarle para mendigar en el Metro de adrid. A este respecto, el magistrado señala que "no existe indicio probatorio alguno" que confirme tal acusación.
En un auto difundido hoy, el magistrado del tribunal salmantino anula el "acogimiento residencial" que él mismo dictó el pasado 30 de septiembre, que obligaba a internar al pequeño en el centro de acogida de la Junta de Castilla y León "Dolores Pérez Lucas".
La resolución, de 11 folios, especifica, que la entrega del niño a su madre biológica, Margarita Bernal, será "permanente", y qe la misma no debe dilatarse más allá de las 16 horas de mañana.
El juez Salvador ha querido dejar claro, asimismo, que la decisión de internar al niño en el mencionado centro "no tuvo su causa en una medida terapeútica para la madre" por lo que "es una falacia cualquier afirmación en este sentido.
El magistrado se remite a los informes educativos, médicos y psicológicos realizados a Diego tras su ingreso en el centro de acogida para concluir que "el aprendizaje del menor en los quehaceres propio y normales de su vida cotidiana (...) puede calificarse al menos como normal, e incluso, de excelente".
"Su desarrollo intelectual responde a unos cánones normales: es despierto y con ganas de aprender, con un lenguaje fluido y bueno, es muy trabajador, hasta el extremo de ser muy perfeccionista", continúa el juez, quien añade que el pequeño es "tranquilo, comunicativo y expresivo" en su conducta social, "sin que de los informes presentados pueda detectarse alguna anomalía digna de mención".
"Sieste es el estado del menor en el momento actual, tales actitudes y comportamientos sólo podían provenir de la persona que lo ha tenido a su cuidado y prestado la atención necesaria (su madre)", concluye el magistrado, quien apostilla que la conducta ordenada del pequeño "no puede surgir de la noche a la mañana".
"Será, en consecuencia, la madre principalmente responsable de tal situación, y por los resultados conseguidos dificilmente podrán admitirse su incapacidad o imposibilidad para tener bajo su uarda y custodia al hijo que sólo ella ha parido", afirma el juez.
Finalmente, recuerda que el trastorno bipolar que sufre la madre y su posterior ingreso en un establecimiento hospitalario "no puede conllevar la privación al menor de sus lazos familiares por un hecho puntual y puramente circunstancial". Además reprocha que la situación de desamparo fuese adoptada "sin la valoración del riesgo del menor en que pudiera encontrarse y sin el necesario informe social de la paciente".
"El niño de El Ryo" ingresó hace dos meses en dicho centro de acogida en Salamanca por encontrarse en situación de desamparo con su madre biológica después de que los servicios sociales de la Comunidad de Madrid, denunciasen ante la Junta de Castilla y León qu el pequeño estaba siendo presuntamente utilizado para mendigar.
En septiembre de 2000 el juez devolvió la custodia de Daniel a su madre, después de que un matrimonio de El Royo (Soria) hubiesen acogido al niño desde poco después de su nacimiento, una vez que haía sido apartado de su progenitora, por sufrir una enfermedad mental conocida como trastorno bipolar.
La decisión del Juzgado número 6 de Salamanca, ratificada posteriormente por la Audiencia Provincial, decidió que el pequeño debía regresar a su lugar de origen con sus padres biológicos, aquejados de trastornos psicológicos, lo que motivó en 1999 la retirada de su tutela por parte de la Junta de Castilla y León.
Diego convivió durante casi dos años con el matrimonio del pueblo soriano en régimen e preadopción, hasta que en octubre de 2000 el mismo juez Salvador ordenó que el niño fuera ingresado en un centro de acogida de Salamanca para estar cerca de su madre.
(SERVIMEDIA)
23 Dic 2003
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