Azpiazu, que en el año 1981 fue condenado por colaboración con banda armda a tres años de prisión, deberá permanecer no obstante otros 24 horas en la cárcel a la espera de que el tribunal que dictó sentencia dictamine si el delito imputado ha prescrito.

Según informó el abogado del detenido, José María Elosúa, la declaración de Azpiazu se ciñó a los hechos de colaboración por los que fue condenado por la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

Azpiazu negó haber tenido relación alguna con ETA desde que llegó a Nicaragua, donde se trasladó par evitar cumplir la condena. Allí subsistió trabajando como carpintero en el Ministerio del Interior, aunque reconoció haber recibido ayudas de los comités de apoyo a los presos de Euskadi.

Según el letrado, ni el juez ni el fiscal interrogaron al detenido sobre el arsenal descubierto por la policía nicaragüense y recordó que las autoridades de este país ya le habían puesto en libertad por estos hechos, "por lo que no hay causa judicial que justifique la entrega de este señor en el momento de su detencón".

Mañana comparecerán ante el juez los otros dos deportados, Javier María Larreategui y Sebastián Etxániz, que durante estos días han permanecido en las dependencias de la Dirección General de la Guardia Civil, donde han sido interrogados.

Larreategui tiene abierto un sumario en la Audiencia Nacional por un delito de pertenencia a banda terrorista, por captar a varios integrantes del "comando Aitzgorri" de ETA, mientras que Etxániz está procesado como presunto autor del asesinato de un policía una mujer embarazada y su marido en un garaje de Bilbao, en mayo de 1983.