Según el texto del fallo, notificado hoy, las pruebas practicadas durante la vista oral del proceso "no permiten dictar en conciencia el fallo condenatorio que solicitó únicamente la acusación particular".

Para el tribunal granadino, hay dos versiones contradictorias sobre la forma en que ocurrieron los hechos, la del denunciante y la del acusado, lo qu "suscita serias dudas, que deben ser resueltas en favor del encausado".

Respecto a la acusación de coacciones, la sala estima que la actuación del policía cuando ordenó la retirada del vehículo para dejar libre una calle "fue totalmente correcta, legítima y estuvo amaparada por sus atribuciones".

El 9 de septiembre de 1986, el policía local Hernández Martín requirió los servicios de una grúa municipal para trasladar un "Seat 600", propiedad de Adrián Sánchez Antelo, porque obstaculizaba el paso e una máquina excavadora.

En el oficio de la denuncia, el agente hizo constar que el coche estaba aparcado en una zona donde una placa lo prohibía expresamente, ante la proximidad de unas obras realizadas por los servicios de mantenimiento del ayuntamiento, extremo este negado por Sánchez Antelo y motivo de la interposición de la querella.

Durante la vista oral del caso, celebrada el pasado viernes 25, el fiscal retiró la totalidad de los cargos, mientras que la acusación particular solicitó una ena de tres años de prisión menor.