Así lo acordaron los jueces de Madrid en la junta que mantuvieron hoy y en la que decidieron por unanimidad mostrar su rechazo a las últimas medidas adoptadas tanto por el Ministerio como por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Los jueces emitieron un comunicado en el que señalan que es "imprescidible" que los señalamientos de los juicios sigan siendo responsabilidad exclusiva de los magistrados, en contra de los planes del departamento de Francisco Caamaño, que pretendía reformar este mecanismo con una fórmula "híbrida" en la que interviniesen también los secretarios judiciales.

Por otro lado, los jueces de Madrid cargan contra uno de los proyectos estrella del nuevo CGPJ, en concreto contra la redefinición de las cargas de trabajo que puede soportar cada juzgado y órgano judicial y que en la actualidad estan siendo revisadas por el Consejo.

La junta critica que estas nuevas cargas de trabajo para los juzgados no tengan en cuenta la "capitalidad" de Madrid como elemento que eleva el nivel de asuntos que ingresan en los juzgados de la ciudad.

En este sentido, el comunicado señala que es "oportuno" que las nuevas tasas de cargas de trabajo sean consensuadas con la Carrera Judicial y que el sistema "sea aprobado por las juntas de jueces mayoritariamente".

En resumen, los jueces de Madrid consideran que, hasta la fecha, "no se han conseguido avances importantes" respecto a las reivindicaciones planteadas en la huelga de magistrados celebrada el pasado 18 de febrero y, por lo tanto, instan a las asociaciones judiciales a que "mantengan las medidas de presión oportunas, incluso la huelga".

De no ser así, los jueces de Madrid advierten de que a partir de septiembre de 2009 adoptarán "las medidas de presión necesarias para la consecución de sus reivindicaciones".