A su juicio, se trata de un "racismo alpino, cuyas raíces deberían ser estudiadas". Esta tendencia se observó primero en Suiza, entre la pblación germanoparlante especialmente, pero en los últimos años se está extendiendo a los francoparlantes también, según Kahn.

Por ello, pidió que el proyecto de construcción de una Unión Europea no sólo se base en lo económico y lo comercial, sino también en el aspecto ético, ya que tras la caída del Muro de Berlín "hay que evitar que se construya ahora el Muro del Odio".