Según informó Jucil en un comunicado, este acuerdo incluye cambios que "ponen en peligro" a los agentes al modificar aspectos clave de la norma.

Esta asociación profesional señaló que, de aprobarse en los términos anunciados, esta nueva normativa debería denominarse "ley de odio a la Policía y a la Guardia Civil".

Entre los cambios previstos, la desobediencia y resistencia a la autoridad pasará de falta grave a leve. Además, se prohibirá el uso de pelotas de goma, que serán sustituidas por medios "menos lesivos".

A este respecto, Agustín Leal, secretario de comunicación de Jucil, advirtió que estas medidas "desarman a los guardias civiles y policías" y "debilitan la seguridad pública, dejando expuestos a los ciudadanos en momentos críticos".

POR LOS PRESUPUESTOS

Según este agente, la reforma ha sido impulsada por EH Bildu, un partido que "en el pasado defendió las posiciones de los terroristas de ETA".

Para Leal, es "inadmisible que el Gobierno ceda ante quienes en su día apoyaron la violencia y el terror" solo por obtener apoyo a los Presupuestos del Estado.

Jucil anunció que se opondrá "por todos los medios" a esta legislación que, a su juicio, "pone en peligro la vida e integridad" de los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado.