Juaristi, en declaraciones a Servimedia, opinó que, aunqueeste replanteamiento no tiene porqué llevar a una "ruptura inmediata" de los acuerdos que ya existen, los partidos mayoritarios si deben plantear en el futuro "una serie de exigencias claras" al PNV.

En este sentido, dijo que el PP debería reflexionar sobre las "condiciones básicas" de su pacto con el PNV en el Gobierno de Madrid. "No me parece tan necesario la ruptura fáctica del pacto, como el replanteamiento tanto del acuerdo de Madrid como de los que pudieran surgir con el PNV en el País Vasco desués de las elecciones".

El escritor vasco reclamó asimismo un "pacto de caballeros" entre PP y PSOE tras las próximas elecciones autonómicas vascas, de modo que ninguno de ellos entre en el Gobierno con el PNV y ejerzan conjuntamente la oposición.

Este acuerdo serviría para que estos partidos hagan al probable Gobierno formado por el PNV una oposición "que sea capaz de plantearle condiciones y exigirle contrapartidas" y controlar "de una forma decisiva sus actitudes respecto, sobre todo, al mundode HB y de ETA".

Por otra parte, Juaristi atribuyó las críticas que diversos líderes del PNV han dirigido al llamado 'espíritu de Ermua', a que es un "factor incómodo" para los peneuvistas, porque representa la existencia de una reclamación de los ciudadanos para que los partidos no cedan a la presión del terrorismo.

Iñigo Urkullu, portavoz de la Ejecutiva vizcaína del PNV, declaró este fin de semana que "el espíritu de Ermua sólo existe en la sociedad española y no en la vasca", y añadió que algnos partidos pretenden utilizar este sentimiento para descartar cualquier proceso de diálogo con ETA y su entorno.

Para Juaristi, declaraciones como las de Urkullu muestran que el PNV "ve a la sociedad española en general como el principal enemigo del nacionalismo".

A su entender, los peneuvistas interpretan la movilización que siguió al asesinato del concejal de Ermua Miguel Angel Blanco como "una enorme conspiración contra el nacionalimo vasco, como una muestra del antinacionalismo y antivasquimo español".

"El espíritu de Ermua", aseguró, "para los nacionalistas es simplementente la tapadera de una conspiración contra el nacionalismo vasco. Cuando Urkullu habla de la sociedad vasca, no hay que engañarse, habla de la sociedad nacionalista".