"No es un anuncio de nada nuevo, es tanto como decir que el año que viene es el 1999", indicó a Servimedia Alonso, quien consideró que, aunque es necesaria la creación de nuevas plazas hasta igualar la media de jueces por habitante de la Unión Europea, éste "es un asunto periférico" que no soluciona los problemas de la justicia".

A su juicio, "no existe voluntad política para solucionar los verdaderos problemas de la justicia: que es demasiado cara, demasiado lenta, demasiado desigualdemasiado ineficaz", lo que para Alonso sólo se evitaría con "una reforma razonable de las leyes procesales, y una mejora de la infraestructura judicial", con una buena dotación de medios materiales e informáticos.

Por su parte, el portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), José Luis Requero, se mostró contrario a la "multiplicación sin criterio del número de jueces" como clave de la política judicial, y abogó por una plantilla de magistrados bien formados y dotados de unos medio y unos procesos adecuados.

Requero manifestó a Servimedia que "no se puede caer en la multiplicación sin criterio del número de jueces, sin tener en cuenta de que esos jueces hay que seleccionarlos muy bien; un juez no se improvisa, hay que formarlo".

"La organización judicial no es un tejido elástico que se pueda estirar hasta el infinito", agregó, y "reclutar en masa jueces puede ser una política irresponsable a la larga", ya que todos estos jueces no serían necesarios si se acometiera una refrma para modernizar la estructura jurídica, que presenta actualmente una "organización caduca".

A su juicio, "toda la política judicial, sobre todo en lo que se refiere a los atascos, no se puede confiar sin más a la creación de nuevas plazas judiciales sin antes despejar la incógnita de qué modelos procesales, qué medios técnicos o qué organización van a tener los tribunales", señaló.