Los autores del estudio son los sociólogos Javier Elzo, Pedro González Blasco, Juan González-Anleo y Francisco Carmona, quienes han partido de la preocupación ante un problema concreto: cómo ha sido posible un cambio tan rápido y tan brusco en los indicadores de religiosidad en el mundo juvenil español y hacia qué futuro apunta la brecha entre esos parámetros de religiosidad juveniles y los que corresponden a la población general.

Así, en cuanto a los jóvenes que se declaran católicos conalguna práctica religiosa, el 44% de las jóvenes frente al 33% de los jóvenes. Respecto a la edad, se declaran católicos practicantes el 62% entre los jóvenes de 13 y 14 años, frente al 33% de los mayores de 20 años.

La influencia religiosa del tipo de centro educativo en el que han estudiado los jóvenes no es especialmente llamativa. En los centros religiosos se declaran católicos practicantes el 44% frente a un 33% en los públicos.

En cuanto a las comunidades autónomas, Andalucía figura a la caeza, un 63% de católicos de práctica regular u ocasional, seguida de cerca por Castilla y León (50%), Madrid y País Vasco (ambos 34%), y la Comunidad Valenciana (30%), y muy alejada del pelotón de cabeza, Cataluña, con un 21% de practicantes y un 54% de no religiosos.

Otro dato destacado por el informe es que sólo un 10% de los jóvenes se declaran católicos practicantes y creen que la Iglesia está ofertando ideas y valores válidos para orientarse en la vida.

El perfil de los jóvenes estudiados eneste informe responde a una población entre 13 y 24 años, con total simetría entre ambos sexos y una amplia mayoría de estudiantes, como corrresponde a la edad elegida. La mayor parte siguen viviendo en la casa paterna, y el 83% proceden de matrimonios contraídos por la Iglesia.

Según explicó Juan González-Anleo, los jóvenes españoles creen por muy diversos motivos, pero predomina entre las respuestas una de sentido común: "Me parece que es mejor creer en algo que no creer". Así piensa el 35% de los jvenes. Le sigue en importancia porcentual un motivo más personalista y valioso, desde el punto de vista religioso, con un 29% de adherentes: "Por convencimiento propio, por fe"; un porcentaje algo menor habla de la enseñanza "desde pequeño".

Otro de los aspectos estudiados es la socialización religiosa de los jóvenes. El sociólogo Pedro González Blasco señaló que casi uno de cada tres reflexiona a menudo sobre las grandes cuestiones vitales, como por ejemplo, el sentido de la existencia, el mal, el door y su significado.

Respecto a lo que más valoran los jóvenes destaca que lo que más aprecian y dicen que también les ayuda más en su vida es la amistad, el amor sincero, algún tipo de relación íntima y el poder conversar larga y calmadamente con alguien.

Javier Elzo ha realizado en su estudio una tipología de los jóvenes según cuestiones religiosas y de valores. Así, se observa que poco más del 70% se dicen católicos (en tres modalidades bien distintas) frente a un 28,7% que cabe situar globalmnte como no creyentes, también en dos modalidades diferentes.

Por otro lado, como eclesiales (confiando y sintiéndose como parte de la Iglesia católica) hay claramente un grupo de algo más del 20% de los jóvenes y muy moderadamente otro 26%. El resto, el 55%, con intensidades diversas, se manifiesta claramente no eclesial.

UTILIDAD SOCIAL

Pese a elementos críticos, los jóvenes españoles tienen una imágen más bien positiva de los sacerdotes, religiosos y religiosas; el 40% tiene un recuerdo posiivo de sus contactos con ellos, el 50% los tilda de indiferentes o inexistentes y el 10% los ve abiertamente negativos.

En cuanto a la consideración de utilidad social, de entre 13 profesiones estimadas, los jóvenes sitúan a los sacerdotes y religiosos en el puesto 12, quedando en el 13 los militares de carrera. Entre los que se dicen católicos practicantes el "ranking" de utilidad social de los religiosos apenas sube al puesto 9, justo a la par que los periodistas.

Por su parte, Francisco Carmon hace un ensayo descriptivo e interpretativo de la evolución de la religiosidad juvenil española desde 1960, año en que se hizo la primera encuesta a la juventud española, hasta nuestros días.

Asi, Carmona parte del hecho de que la relación actual que los jóvenes españoles mantiene con la Iglesia no es buena. Un joven de cada tres se identifica como católico practicante, uno de cada diez dice que asiste a misa el domingo, y sólo un 10% de estos jóvenes buenos católicos cree que la Iglesia esté ofertano ideas y valores válidos para orientarse en la vida.

Por último, Francisco Carmona señala que si se hace un análisis más fino el diagnóstico es pesimista y el pronóstico resulta "hasta alarmante". Sólo un 12% de la población juvenil asiste a misa dominical y en su mayoría son "chicas, hijos de familias adineradas y votantes de derechas".