Los Centros de Atención Familiar (CAF), que dependen del Consistorio madrileño, suponen un "auténtico dispositivo de detección precoz" de enfermedades mentales como la esquizofrenia, destacó Dancausa, que indicó que desde la puesta en marcha de este servicio municipal, en 2004, han sido atendidas 18.000 familias a las que se presta información y orientación psicológica.

La demanda de padres con hijos adolescentes permite detectar en los CAF posibles casos de enfermedad mental, la esquizofrenia entre ellas, y desde allí derivarles a los centros de salud mental o de atención a drogodependientes.

Dancausa explicó que desde los seis CAF en funcionamiento, se ofrece apoyo a las familias que han visto alterado el funcionamiento familiar como consecuencia de la enfermedad mental de uno de sus miembros.

La delegada expuso el compromiso del Ayuntamiento en la detección de enfermedades mentales y el trabajo realizado para mantener a las personas con discapacidad dentro de su ambiente familiar. Han subvencionado 63 proyectos de los 72 presentados, por un importe total de 285.404 euros. De ellos, 15 estaban dirigidos a la atención de personas con enfermedad mental.

"El Servicio de ayuda domiciliaria es una de las prestaciones sociales de mayor relevancia, pues ayuda a mantener a las personas con enfermedad mental en su entorno y previene situaciones de exclusión social", agregó la delegada, quien añadió el servicio de Ayuda a Domicilio en el que durante 2007 se han destinado 8.564.964 euros.

Por otro lado, con respecto a las personas sin hogar, el 12% de las cuales sufre trastornos mentales, el Ayuntamiento dispne de un programa específico de coordinación de la red sanitaria pública y pisos supervisados y rehabilitación psicosocial.

Así, en el Centro de Acogida de San Isidro conviven 69 personas que siguen dicho programa y el pasado año se abrió el centro "La Rosa" con capacidad para 22 plazas.

Dancausa explicó que desde 1999 Madrid cuenta, a través de un convenio con la Consejería madrileña de Salud, con dos equipos de salud mental que atienden directamente en la calle al colectivo que sufre el "mayor grado de exclusión", personas que en un 25% padecen trastornos mentales y rechazan la oferta asistencial de acogida en los centros de la Red Municipal de Atención a Personas Sin Hogar, según una nota municipal.