Sanmartín penetra en su libro en la mente de uno de estos asesinos y llega a la conclusión de que "el terrorista no nace, sino que se hace", hipótesis que se desarrolla a lo largo de las páginas, según explicó en el acto de presentación el periodista Fernando Onega. El director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia resaltó que los terroristas no son unos "psicópatas", aunque comparten con ellos "la carencia de empatía", lo que les lleva a no tener remordimientos y a "considerar a sus víctimas como símbolos, y no como personas".

En su ensayo, Sanmartín hace una distinción entre terroristas laicos, como los de ETA, y los religiosos, como los islámistas, aunque a ambos "le rebotan los mensajes de la sociedad", sin hacer caso a sus demandas o exigencias.