Los huelguistas fueron 1.896.200 y las jornadas perdidas se elevaron a 4.320.500,un 77 por cien más que en el 90. Los centros de trabajo afectados por los paros se situaron en 169.928.

Dentro del último quinquenio, el año pasado resultó más conflictivo que 1989 y que 1990, pero menos que 1987 y 1988, sin incluir en este último caso la huelga general del 14 de diciembre.

SOBRE TODO EN LA INDUSTRIA

El sector industrial fue el más conflictivo, ya que en él se perdieron el 39 por ciento de las horas no trabajadas. A continuación se situaron los servicios, donde destacan las 206000 jornadas perdidas entre el personal de educación e investigación, la construcción y el sector agrícola.

Casi el 60 por ciento de las horas de trabajo perdidas lo fueron por paros relacionados con la negociación colectiva, y en ellos participaron 682.800 trabajadores. Por motivos no estrictamente laborales se movilizaron 187.400 empleados, que perdieron 224.400 jornadas.

La mayoría de los conflictos duraron menos de 6 días, aunque un total de 35.100 trabajadores se vieron involucrados en huelgs que se prolongaron durante más de 20. Las provincias más afectadas por los paros fueron Asturias, Madrid, Barcelona, León y Sevilla.

Los datos del Ministerio de Trabajo incluyen todas las huelgas, haya o no constancia administrativa de su inicio, excepto las que no implica pérdida de jornadas de trabajo (como las de celo), las de duración inferior a una hora y las de colectivos no productivos (como los paros de estudiantes).

En relación a la década de los ochenta, 1991 puede considerarse una añ intermedio por su nivel de conflictividad. Las horas perdidas fueron más que en cinco de ellos (82, 85, 86, 89 y 90) y menor que en los demás. El peor año fue el 88, incluso sin contar la huelga general.