De acuerdo con los resultados de dicha encuesta, la jornada de trabajo efectiva se redujo en 6,8 horas en 2001 en relación al año precedente, pero, aun así, resulta superior a la existente en 1996, cuando era de 1.761,6.

La jornada de trabajo efectivamente realizada es la que resula después de tener en cuenta no sólo las vacaciones y festivos, sino también los días de trabajo perdidos por incapacidad temporal o maternidad, permisos remunerados, expedientes de regulación de empleo, conflictividad laboral, actividades de representación sindical, absentismo no justificado y cursos de formación.

En 2001, cada trabajador se tomó una media de 233,1 horas por todos estos conceptos, 3,5 horas menos que el ejercicio anterior. La conflictividad laboral es el menos importante de todos losmotivos de pérdida de jornada de trabajo, y sólo supuso 0,4 horas por trabajador y año.

Según la ECL, las 233,1 horas se desglosan de la siguiente manera: 105 horas por vacaciones anuales, 78,1 por fiestas laborales, 3,1 por puentes no recuperables, 38,3 por incapacidad temporal y maternidad, 3,6 por permisos remunerados, 0,5 por expedientes de regulación de empleo, 0,4 por conflictividad laboral, 1,2 por actividades de representación sindical, 1,1 por absentismo no justificado, 1,5 para formación y 05 por otros motivos.

La jornada de trabajo efectiva presenta notables diferencias por sectores y, todavía más, en función del tamaño de las empresas.

Por sectores, osciló entre una media de 1.756,1 en la industria y de 1.813,2 en la construcción, con 1.763,2 en los servicios. Según el tamaño de las empresas, las de menos de 10 trabajadores tuvieron una jornada media de 1.813,3 horas, mientras que en las de más de 250 se situó en 1.709,2.