Fabra precisó que el interés de REE por las telecomunicaciones no es diversificar su actividad, concentrada en el transporte de electricidad mediante la red española de alta tensión, sino aprovechar su actual red de fibra óptica, unos 6.000 kilómetros de cable, que aumentarán hasta 8.000 en 1998, para poner en el mercado su capcidad excedentaria de estas infraestructuras de cable.

"Para nosotros", dijo, "las telecomunicaciones no suponen diversificar nuestra actividad, sino aprovechar unas capacidades que ya tenemos y que serán mayores en el futuro", de las que sólamente se usan el 10%.

Esta red, señaló, es la segunda más importante de España tras la de Telefónica, y "cuando se liberalicen las infraestructuras de telecomunicaciones dentro de dos años y medio nos limitaremos a ofrecerlas en el mercado y pedir precio porellas a quienes deseen utilizarlas".