"Claro que hay que hacer obras, pero cuando hablamos de prestaciones sociales, hablamos de personas", declaró Jiménezen las jornadas sobre "El valor de las personas mayores" organizadas por la asociación Pablo Iglesias. "Me parece bien que se hagan obras, pero es desproporcionado el dinero que va a la M-30 en relación con lo que se destina a fines sociales", afirmó.

Jiménez pidió a los representantes de diversas agrupaciones de tercera edad que exijan a los gobiernos regional y local la aplicación de la ley de dependencia. "El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la ha dotado de contenido financiero, pero son las comunidades autónomas quienes tienen las competencias para ponerla en marcha", insistió.

La portavoz socialista en el ayuntamiento reclamó la aplicación de medidas de apoyo a la tercera edad como un reconocimiento de los derechos y no como un "gesto caritativo". "Habéis contribuido a fortalecer y mejorar la sociedad en que vivimos y ahora las prestaciones que demandáis constituyen un afianzamiento de los derechos", dijo dirigiéndose a los mayores.

Para Jiménez, los servicios de ayuda a domicilio, telealarmas y centros de atención a mayores son "insuficientes". Además, subrayó que una parte importante de la población vive en unas condiciones de precariedad económica que le impide el acceso a buena parte de los servicios. "Hay personas que apenas perciben una pensión de trescientos euros", denunció.

Explicó que la soledad es otro de los problemas a los que se enfrentan los ancianos que habitan en las grandes ciudades, y dijo que cuatro mil mayores de 80 años viven solos en sus domicilios y aislados en muchos casos al sufrir algún tipo de minusvalía. A este respecto, recordó que en otros países se ha ensayado con éxito la convivencia entre mayores y jóvenes.

Jiménez reclamó como un "valor" la experiencia de la tercera edad, y, para ello, aludió a una frase del secretario general de Naciones Unidad, Kofi Annan, quien dijo que "cuando un anciano muere es una biblioteca que desaparece".