El vicepresidente del ejecutivo, Juan Cruz Alli, había manifestado que Rafael Gurrea había perdido su confianza tras su firme oposición a los cambios de la autovía de Navarra.

Miguel Sanz acusó a su compañero de partido de querer gobernar Navarra desde su despacho cuando en su día Rafael Gurrea rehusó formar parte del Gobierno de Alli.

Jesús Aizpún ha pedido a su copañero que no dimita "porque para mí es una pieza fundamenteal en el partido". El presidente de los regionalistas navarros no cree que la crisis interna que vive su partido pueda desembocar en una escisión.

Asimismo Aizpún remarcó su confianza en Rafael Gurrea: "Lo que yo percibo en todos los pueblos que visito y en todas las personas que me visitan a mí en el partido, es una confianza absoluta en Rafael Gurrea".

"Y si hay alguna diferencia de criterio", continuó el presidente de la UPN, "o algun desconfianza por parte del gobierno, yo no entro en ello; el gobierno puede tener su confianza o desconfianza, pero el partido creo que tiene total confianza en su secretario general".

Jesús Aizpún fue el único dirigente del sector oficialista de UPN que se salvó de las críticas de Miguel Sanz