El editorial, bajo el título "Luchando contra la droga", señala que "es necesaria una campaña agresiva contra el consumo abusivo de alcohol, que, al igual que el tabaco, es una fuente significativa de ingresos del Estado".

A su juicio, "aunque no es recomendable disociar la lucha contra la droga, en este caso el volumen y la peculiaridad del problema parecen justificar la constitución de una fundación de lucha contra el alcoholismo en relación cercana con las organizaciones de autoayuda y otas entidades que luchan contra el alcohol".

Para la revista de los jesuitas, "el alcohol es un problema preocupante y creciente frente al que existe poca conciencia de peligro y un bajo rechazo ante su consumo excesivo".

Por otra parte, respecto al elevado número de reclusos encarcelados por delitos vinculados a las drogas, el editorial advierte de que "los millones que no empleemos hoy en reducir la pobreza en los barrios desfavorecidos los vamos a tener que gastar multiplicados por veinte en reresión de delitos y mantenimiento de prisiones".

Añade que, pese a estar basado en el principio de la rehabilitación, el sistema penitenciario español, "lejos de lograr sus fines de desintoxicar a los toxicómanos, a menudo propicia que entren en la droga aquellos internos que estaban 'limpios' cuando ingresaron. De esa manera, el tratamiento penitenciario de los drogodependientes resulta radicalmente injusto y a todas luces impropio. Urge habilitar muchos más procesos y centros de recuperación y reinsrción social".