En una nota de prensa, los jesuitas destacan que están profundamente preocupados por la situación humanitaria en Kivu del Norte, fundamentalmente por los efectos que está teniendo en los niños de la región.

El JRS tiene miedo de que esta guerra en el este del Congo pueda privar a toda una generación de educación, elemento tan esencial para una auténtica reconstrucción de esta región que ha sufrido durante años por la guerra.

Este servicio de los jesuitas ha pedido al Gobierno congoleño, a los grupos rebeldes y a la comunidad internacional garantizar el fin del reclutamiento de niños soldados y dar prioridad a la protección de los menores.

Asimismo piden a las autoridades del país centroafricano que la educación recobre su entorno de seguridad lo antes posible, así como la disponibilidad de los fondos necesarios para su financiación.

Según el JRS, cientos de miles de niños no pueden ser atendidos en las escuelas en la azotada Kivu de Norte. Sólo en la región de Rutshuru, escenario de los últimos enfrentamientos, 150.000 niños se ven impedidos de continuar sus estudios.

Las agencias de las Naciones Unidas estiman que el 85% de las escuelas permanecen cerradas. Desafortunadamente, ésta no es la primera vez que el conflicto impide que los niños en Kivu del Norte puedan seguir su educación, lamentan los jesuitas.