EL JEFE DE ESTUDIOS DEL BANCO DE ESPAÑA ADVIERTE DE QUE MANTENER LA COMPETITIVIDAD EXIGE MENOS INFLACION
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La economía española ha hecho una exitosa entrada en el euro, especialmente en lo que se refiere a frenar los déficits de las cuentas públicas, pero no podrá mantener su competitividad si persisten los diferenciales de inflación con sus socios de la moneda única.
Este es el diagnóstico del director del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, en un informe titulado "Una visión macroeconómica de los veinticinco años de vigencia de la Constitución Española" al que tuvo acceso Servimedia.
El director de estudios de la entidad emisora señala que desde el inicio de la Unión Económica y Monetaria (UEM), en 1999, "las exportaciones españolas han mantenido, en términos generales, las cuotas de mercado que se habían alcanzado en los años anteriores", gracias a "la favorable relación cambiaria con la que se fijó la paridad de conversión con la nueva moneda y la trayectoria depreciadora que siguió el euro durante los primeros años de su andadura".
"Hacia elfuturo, sin embargo", advierte el experto del Banco de España, "el mantenimiento de las cuotas en los mercados internacionales dependerá de la evolución de la competitividad. Desde este punto de vista, resulta preocupante el mantenimiento de diferenciales persistentes tanto en el área de los precios finales como en la de los costes laborales unitarios".
A este respecto, insiste en que, "desde el inicio de la UEM, el Indice Armonizado de Precios de Consumo ha crecido en España 6 puntos porcentuales másque la media de la zona del euro y 8 puntos porcentuales más que la media de Alemania y Francia, que conjuntamente representan en torno a un tercio del total de nuestras exportaciones".
"Es difícil pensar", concluye su razonamiento Malo de Molina, "que esta tendencia se pueda extrapolar indefinidamente sin afectar a la competitividad de nuestra economía, sobre todo a la vista de que la productividad de nuestro sector de bienes comercializables no mantiene un diferencial de crecimiento respecto al sectr de bienes no comercializables superior al que se registra en el resto de la zona".
El director de Estudios del Banco de España avisa también de otros dos puntos débiles que actualmente aquejan a la economía, como son la escasa inversión empresarial en bienes de equipo y el fuerte aumento del endeudamiento de las familias, especialmente para la compra de pisos.
Respecto a esto último, señala que "la relación entre el endeudamiento de las familias y su renta disponible ha ido aumentando a una velcidad muy superior a la de los demás países", lo que "confiere gran importancia a la sostenibilidad de los equilibrios financieros del sector (de las familias) y a su sensibilidad a la evolución de los precios de la vivienda, que ha venido revalorizándose a tasas muy elevadas".
LA MIRADA ATRAS
Malo de Molina hace este diagnóstico de los problemas que afronta la economía española en el futuro inmediato no sin asegurar, al hacer balance del tiempo transcurrido desde la aprobación de la Carta Magna, qu "cuando se vuelve la mirada atrás y se contempla la precaria situación de la que se partía cuando se aprobó la Constitución Española, hace ahora veinticinco años, y la magnitud de las tareas que se derivaban de la agenda necesaria para establecer la estabilidad, existen sobradas razones para la satisfacción con los resultados alcanzados".
Ese cambio se resume en el hecho de que ahora "España comparte el régimen macroeconómico de los países más estables del continente y con ello ha superado la vulnerailidad con las que se encontraba el manejo de la política económica en medio de turbulencias recurrentes".
A su juicio "el logro de unas finanzas públicas saneadas ha constituido un elemento central de la política presupuestaria de los últimos años", lo que permitió ajustarse a las exigencias del Pacto de Estabilidad del euro y que la proporción de deuda pública en relación al PIB cayera por debajo del 60%, "hasta un 54% en 2002".
Otro aspecto que destaca en su informe el director de Estudios delBanco de España es el de las reforma acometidas en el mercado laboral.
A este respecto, resalta que en la reforma de 1997 "se materializó, por primera vez, una reducción explícita de los costes del despido", pero que, "desgraciadamente, no puede decirse que las necesidades de reforma hayan sido plenamente satisfechas a lo largo del periodo, ya que quedan pendientes temas importantes como la estructura de la negociación colectiva".
"Sin embargo", puntualiza, "la sucesión de cambios introducidos, epecialmente en el último tramo de la convergencia con la UEM, han prestado una contribución positiva a la consolidación de un régimen de estabilidad y al notable incremento en la capacidad de generación de empleo de la economía".
En el terreno de la liberalización de sectores económicos, Malo de Molina opina que "se han dado pasos importantes en algunas parcelas, como es el caso de las telecomunicaciones", pero que todavía "quedan pendientes problemas complejos que resolver, como el suelo, por citar slo los polos más representativos".
(SERVIMEDIA)
28 Dic 2003
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