Piqué sustituyó al secretario de Estado de Comunicación, Miguel Angel Rodríguez, en sus funciones de portavoz del Gobierno el pasado mes de julio.

Su nombramiento fue interpretado por los partidos de la oposición y por los socios del Ejecutivo como expresión de la voluntad del presidente del Gobierno de ofrecer una imagen y una práctica más moderada y centrada que la de su antecesor.

Sin embargo, las últimas declaraciones de Piqué pidiendo a Almunia y Borrell que sean cherentes en sus declaraciones y su petición a los condenados por el "caso Marey" de que asuman la sentencia antes de que el Ejecutivo se plantee el indulto, han supuesto una "decepción" para los socialistas.

"Se incorporó a las tareas de la portavocía del Ejecutivo con una imagen de hombre centrado y conciliador que se está viniendo abajo en pocas semanas", aseguró Jáuregui.

"Cada vez observamos más claramente que su línea de actuación empieza a parecerse a la del señor Rodríguez por imposición d la línea política que impera en La Moncloa y que es contraria a dialogar con la oposición y sólo busca criticarla", insistió.

A juicio del dirigente socialista, el Gobierno se ha dedicado hasta ahora a "negar al PSOE la capacidad de interlocución para resolver grandes problemas de Estado, sin mantener un diálogo maduro, sereno y constructivo".