"En la medida en la que ETA pudiera alterar a decisión de la tregua, todo esto se cae como un castillo de naipes. Por eso dependen tanto de ellos, por eso el Gobierno vasco se hizo por la exigencia que ETA le puso al PNV de que no entrase el Partido Socialista", dijo Jáuregui a Radio Nacional.

En su opinión, lo que se aprecia en este tipo de gestos son "expresiones de la influencia que el mundo de los presos y el mundo de ETA tienen en todo este proceso", lo que considera "grave", dada la ausencia real de una evolución por parte de los violento en favor de la paz y la inclinación hacia un proceso de paz determinado "que conduzca y se dirija hacia lo que ellos quieren".