El último de estos sabotajes tuvo lugar ayer noche en el barrio pamplonés de la Chantrea, cuando unas doce personas enmascaradas pararon un autobús urbano y obligaron a su conductor y a los escasos viajeros a salir del interior del coche.

Posteriormente rompieron los cristales e impregnaron el autobús de gasolina para darle fugo. El vehículo, de reciente adquisición, quedó calcinado y los daños han sido evaluados en 20 millones de pesetas.

El pasado sábado por la mañana otro autobús de la Cotup corrió idéntica suerte en un barrio de la capital navarra. Las pérdidas se calcularon entonces en unos 18 millones de pesetas.

Tras estos hechos, los cooperativistas de Cotup han decidido realizar dos asambleas en el día de hoy: entre las 10,30 y las 12,00 horas y, por la tarde, de 15,30 a 17,00 horas. Durante las mismas no cirularán autobuses por Pamplona.

Según el gerente de Cotup, Víctor Calleja, la reunión es necesaria para "tener las ideas claras", ya que "salir a trabajar empieza a ser un infierno".

Calleja indicó que los miembros de la compañía de transporte, cada día más enfadados por lo que viene ocurriendo en las calles de la capital navarra, ven necesario reunirse para calmar los ánimos e intentar buscar una solución a los sabotajes, aunque tienen claro que ésta no se encuentra en sus manos.