El programa prevé que las propuestas formales para el "EuroIVA" se presenten antes de que concluya 1999. Las líneas generales del nuevo impuesto serán un único lugar de imposición: los operadores deberán gravar todas sus ventas en un solo lugar de la UE, lo que facilitará el control par la correcta aplicación del tributo.

También se suprimirá la fragmentación en los quince países. Estos perderán la capacidad de fijar directamente las cuotas impositivas que hoy recaudan. En lugar de esto se establecerá otro mecanismo de atribución que garantice a los estados unos ingresos equivalentes a los que obtienen actualmente.

Se establecerá una "perfecta" armonización estadística que determine los ingresos de cada país en lo que al consumo gravado realizado en su territorio se refiere. Deesta forma se preservará la neutralidad del impuesto respecto a la competitividad de las empresas.

Además se modernizará el sistema en cuanto al ámbito de aplicación del tributo y a las exenciones o a las medidas especiales autorizadas.

La Comisión Europea recuerda que actualmente los costes del IVA son cinco o seis veces más elevados cuando las transacciones se efectúan en un país miembro distinto a aquél en que esté establecido el operador.

Hay establecidos 66 regímenes especiales y unas 10 medidas excepcionales autorizadas. Se estima que el valor de los bienes que circulan ahora en la UE sin estar correctamente tasados en el IVA asciende a 700.000 millones de ecus (unos 113,4 billones de pesetas).