Los contratos que se convierten de temporales en indefinidos establecen una indemnización de 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades, cuando el fijo ordinario fija 45 días por año y un límite de 42 mensualidades.

En declaraciones a Servimedia, Alcázar destacó que el empleo que se convierte de temporal a fijo "es mucho más flexible" y "beneficia fundamentalmente a la empresa". Entre julio y agosto, casi 125.000 contratos temporales se han convertido en fijos al amparo de la reforma laboral.

El dirigente de IU apuntó que este contrato "es de menor calidad que el ordinario. Es un contrato de indemnización más baja y en el que las empresas reciben importantes bonificaciones", con lo que "es muy costoso para el erario público y para el trabajador".

Sin embargo, "el hecho de que crezca el empleo estable, aunque sea de menor calidad, siempre es un dato positivo", agregó Alcázar.

En todo caso, el responsable de Economía y Mundo del Trabajo de IU dijo que "el Gobierno tiene que ser más ambicioso, porque el problema de temporalidad es estructural y no se va a resolver por la vía de la reconversión, sino cambiando la cultura de la empresa, que vean más beneficioso el contrato fijo que el temporal".