La diputada de IU Isaura Navarro, que expuso ante el Pleno esta moción consecuencia de interpelación, recalcó que "la Iglesia católica mueve su dinero y sus bienes a sus anchas, sin ningún control del Estado", y denunció que "son muchas e incalculables las vías por las que el imperio de la Iglesia católica recibe dinero público".

Por ello, emplazó al Gobierno a renegociar los acuerdos con la Santa Sede derivados del Concordato, como paso previo a revisar este acuerdo y "librarse del lastre de cuarenta años de dictadura, no volver a ver en el presente el pasado", para lo que basta con velar por el cumplimiento de la Constitución española.

Navarro reclamó una "autofinanciación real" de la Iglesia católica y el resto de las creencias religiosas, y medidas para garantizar que las subvenciones que recibe la Iglesia católica para fines como la educación o el mantenimiento del patrimonio cultural se destinan a los objetivos preestablecidos "y no otros menesteres a los que se dedica".

En este sentido, propuso mecanismos que velen por la "nitidez y transparencia" en el gasto de las subvenciones que reciban las confesiones religiosas, incluida la Iglesia católica, tal y como se exige a todos aquellos que reciben dinero del Estado, lo que incluye la posible intervención del Tribunal de Cuentas.

El portavoz del BNG, Francisco Rodríguez, fue el único queanunció su respaldo a esta iniciativa y abogó por ir más allá con una enmienda en la que reclamaba la elaboración de una nueva Ley Orgánica de Libertad Religiosa y una reforma de la enseñanza de religión.

Advirtió al Gobierno de que no debe admitir "una Iglesia católica insaciable que no solo defiende su moral, sino que sale a la calle discutiendo lo que el poder público establece de forma democrática y legítima", lo que, para el diputado nacionalista gallego, supone un "ataque" al Estado democrático.

EVITAR EL LAICISMO

El PP presentó una enmienda en la que respalda el nuevo sistema de asignación tributaria a la Iglesia católica y emplaza al Gobierno a desarrollar relaciones con las distintas confesiones "basadas en los principios de constitucionales de libertad religiosa, aconfesionalidad del Estado y cooperación, evitando planteamientos laicistas".

El diputado popular Baudilio Tomé espetó a los socialistas que "deben aclararse: o están por la ingeniería social, o están, desde la responsabilidad de estar en el Gobierno, por el respeto a las creencias de los españoles y a la pluralidad".

En nombre de CiU, Jordi Xuclà expresó el rechazo de su grupo a esta iniciativa, por considerar que el Estado es "respetuoso con el pluralismo y la libertad religiosa", con lo que se mostró conforme con los acuerdos alcanzados con la Iglesia católica.

El diputado de ERC Josep Andreu, cuyo grupo se abstuvo en esta votación, considera "más interesante poder avanzar con una Ley Orgánica de Libertad religiosa que concrete esta nueva realidad multicultural y multirreligiosa que ha avanzado estos últimos años con la inmigración.

GOBIERNO AUTÓNOMO

La socialista Carmen Hermosín tachó de "confusa" la iniciativa de IU-ICV, y aseguró que "no estamos sometidos a ningún credo o religión, la acción del Gobierno es autónoma y la Iglesia católica tiene que aceptar las reglas del juego".

Puso como ejemplo la regulación del divorcio, del matrimonio entre personas del mismo sexo o la normativa que permite la investigación de células madre, todas ellas cuestionadas por la jerarquía eclesiástica.

La renegociación de los acuerdos con la Santa Sede, concluyó, "ni estaba en el programa electoral del PSOE, ni está en el horizonte de legislatura", aunque la acción del Gobierno estará "siempre encaminada a mejorar la transparencia y hacer más autónoma la financiación de la Iglesia".