Según Carreño, "el reconocimiento de la familia tradicional nunca podrá provocar discriminación de otros grupos familiares, como las uniones de hecho, tanto heterosexuales como homosexuale".

IU reclama el principio constitucional de igualdad para las familia tradicional y las uniones de hecho con el fin de amparar jurídicamente a éstas, "dado que dasarrollan una comunidad de vida estable y duradera".

La propuesta de IU indica también que las uniones de hecho son "un modelo de familia que ya no está fundado exclusivamente en el vínculo matrimonial, sino más bien en el consentimiento y la solidaridad libremente aceptados con la finalidad de llevar a efecto una plena comunidad de vid material y espiritual".