"La Unión Europea ha mantenido a lo largo de toda esta crisis una lamentable actitud de inhibición, que en la práctica le ha llevado a asumir los planteamientos de fondo del presidente Yeltsin", indicó.

A juicio de Carnero, la actitud de Europa "tendrá consecuencias negativas en el futuro, puesto que habrá contribuido, por omisión, a fortalecer el perfil autoritario de Yeltsin, que se verá tentado a utilizar la fuerza enposibles conflictos que surjan en los territorios de Rusia o de la CEI".

Izquierda Unida considera "inaceptable" asumir que los problemas que se registren en territorio ruso sean competencia exclusiva de Moscú, porque afectarán a la seguridad en toda Europa.

Por ello, la formación que encabeza Julio Anguita pide una rectificación de la Unión Europea, promoviendo "una política favorable a que la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa) sea un mecanismo eficaz de prevención de sos conflictos y en todo caso de gestión pacífica de la crisis".