El responsable de Industria aseguró que la propuesta del Gobierno para reducir la plantilla de Hunosa en unas 6.000 personas hasta 1993, "ni exige la vuelta a la rentabilidad, porque contempla pérdidas de 50.000 millones de pesetas, ni es drástico desde el punto de vista social, ya que no contempla ni sólo despido o baja incentivada, sólo jubilaciones antcipadas".

Aranzadi dijo que los prejubilados no perderán poder adquisitivo, y que la plantilla que se mantenga tendrá un incremento salarial del 20 por cien sobre el IPC del periodo que contempla el plan, con cláusula de garantía del 10 por cien.

El ministro rechazó las peticiones sindicales de crear 3.000 puestos de trabajo en Hunosa durante los próximos dos años, como alternativa a los 6.000 que se perderán, porque costaría, según sus cálculos, unos 3.500 millones de pesetas y no garantizaría e futuro, "ni de la empresa, ni de la región".

El Gobierno lo tiene claro, agregó. Prefiere destinar ese dinero a mejorar las posibilidades de empleo de los jóvenes asturianos mediante más formación e incentivos a la inversión, antes que dedicarlo a la creación de un empleo sin futuro.

Para el ministro, la actual situación de Hunosa "no tiene nada que ver con la gestión pública o privada de la empresa", sino con las circunstancias particulares de la minería pública asturiana, cuya producción se caacteriza porque "sólo media de cada tonelada extraida es vendible, dado su alto porcentaje de ceniza".

En su opinión, Hunosa sólo puede alargar su vida productiva mediante una reducción de empleo como la propuesta, y manteniendo la mecanización creciente de la producción, que aumentó un 10 por cien entre 1980 y 1991.

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Aranzadi no quiso pronunciarse sobre el futuro de la empresa después del plan que propone su departamento aunque advirtió que en 1994 está previsto un nuevo marc de ayudas en la CE, "mucho más exigente que el actual".

Tampoco concretó, a pesar de los constantes requerimientos del los portavoces parlamentarios, el contenido exacto del programa de reindustrialización para Asturias que el ministerio elabora conjuntamente con el gobierno del Principado, y sólo avanzó sus cinco objetivos principales.

Dicho programa, añadió, se basará en la declaración de Asturias como zona privilegiada de inversión nacional y extranjera, con los máximos incentivos para la insalación de nuevas empresas, así como en una mejor oferta de suelo industrial; en la creación de planes tecnológicos, empresariales y de formación profesional; y en programas globales para el turismo, la capa forestal, el medio ambiente, la vivienda y la pesca en la región.

PEDIR LA DIMISION

En las intervenciones de los portavoces parlamentarios, sólo el de Izquierda Unida, Manuel García Fonseca, anunció una iniciativa de su grupo para pedir en el pleno del Congreso la dimisión de Claudio Aranzadi. Fonseca justificó esta decisión "en la incapacidad del ministro para lograr una política industrial adecuada, y una negociación con los sindicatos, así como en el incumplimiento reiterado de varias resoluciones del Congreso de los Diputados".

El CDS anunció que se sumará a esa solicitud si el ministro no logra antes de fin de mes un acuerdo completo sobre Hunosa y la reindustrialización de Asturias, "porque lo que se ha propuesto hasta ahora", dijo el portavoz centrista, Alejandro Rebollo, "no lleg a 5.000 nuevos empleos, ni siquiera el 10 por cien de los que ya se han perdido".

Añadió que la conflictividad en Asturias no se debe al futuro de Hunosa, sino a la falta de garantías económicas y de empleo para la región.

Por su parte, los portavoces del PSOE y del PP rechazaron la posibilidad de apoyar la petición de IU. El secretario general del PP, Francisco Alvarez Cascos, dijo que esa propuesta "es lo que le conviene al PSOE".

Alvarez Cascos indicó que el sindicato minero de CCOO en Aturias "está haciendo un fiel seguidismo del SOMA-UGT, cuya estrategia, que coincide con la del PSOE, es declinar toda responsabilidad del ministro Aranzadi y de Felipe González. Es una propuesta para engañar a los asturianos".

En su intervención, el dirigente popular responsabilizó al ministro de la degeneración económica de Hunosa, al haber coincidido el declive de la compañía con su paso por la presidencia del INI, único accionista de Hunosa.

"Tapando los errores de gestión", afirmó, "y salvano a los responsables de esta desastrosa situación, ustedes los socialistas, están condenando directamente a los asturianos de las cuencas y al resto de los asturianos a un peor futuro".

Por su parte, el representante del PSOE, José Manuel González, apoyó la actuación del Gobierno y destacó el deseo de su grupo parlamentario de que el Plan de Futuro de Hunosa y el Programa de Reindustrialización de Asturias se discutan conjuntamente, y no por separado, como se está haciendo, "porque es la única forma d que tengan alguna efectividad".