El Consejo Interterritorial de Salud ha incluido esta vacuna en el calendario vacunal "a pesar de que existen dudas razonables sobre su eficacia en la prevención del cáncer de cervix", señala la iniciativa.

En España, la prevalencia de esta enfermedad es baja: se dan 7,6 casos por cada 100.000 mujeres y la mortalidad es de unas 600 mujeres al año. IU-ICV entiende que gran parte de estas muertes se evitarían si se aplicase correctamente el método de detección utilizado, que es la citología.

Según la iniciativa, hay estudios que determinan que el 80 por ciento de las pacientes que han muerto no habían realizado una citología preventiva. Además, agrega que la vacuna sólo protege contra cuatro cepas del virus.

Estos datos, unidos al hecho de que la universalización de la vacuna tendrá un coste de 125 millones de euros anuales y que ha habido dos jóvenes afectadas por un lote contaminado de la vacuna, lleva a IU-ICV a proponer que se reconsidere la inclusión de esta vacuna en el calendario oficial de vacunación.

En cualquier caso, la proposición pide una moratoria en tanto no se realizan nuevos estudios de eficacia y solicita que se estudie la efectividad de la vacuna en hombres, "ya que es a través de las relaciones sexuales cuando los hombres pueden transmitir el virus".

Insiste también en la realización de revisiones ginecológicas anuales como modo de prevención de las enfermedades de transmisión sexual y en la puesta en marcha de campañas informativas previas a la vacunación, en las que se informe de los riesgos de infección y embarazos no deseados.