Llamazares dijo en rueda de prensa que se trata de una renuncia y una concesión sin contrapartidas, "porque dudo de que quienes han agitado el árbol (la jerarquía eclesiástica) declaren la 'pax' al Gobierno y las instituciones".

En su opinión, aunque supone "un avance en transparencia, el resultado global del acuerdo es un tropezón en términos constitucionales", porque consagra "la desigualdad y el privilegio" de la confesión católica.

Llamazares considera que debería eliminarse la contribución del IRPF a la Iglesia católica, o bien concretarla mediante un "recargo" a los católicos que pretendan realizar esta aportación, independientemente del porcentaje destinado a fines sociales.

El líder de IU preguntará el miércoles al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre este acuerdo, con el que se mostró "profundamente insatisfecho" y con el que el Ejecutivo, dijo, "abandona el objetivo de la autofinanciación de la Iglesia".

En su opinión, el Gobierno "consolida la confesionalidad institucional", lo que entra "en contradicción con una sociedad cada vez más laica" y con la Constitución, que garantiza el principio de igualdad, "en ningún caso de privilegio para la Iglesia católica".

Por ello, IU-ICV enmendará este aspecto en los Presupuestos Generales del Estado y analizará junto a organizaciones laicas la posibilidad de presentar un recurso de inconstitucionalidad.