"Esperábamos que esta sucesión se produjera en la próxima Asamblea, tal como dicen los estatutos, según los cuales Luis Carlos no se podía presentar de nuevo. Pero se ha adelantado por razones de tipo organizativo, fundamentalmente en función (...) de acuerdos que se han tomado en el seno del grupo parlamentario en Andalucía, y también teniendo en cuenta su propio cansancio personal", declaró Alcaraz a la Ser.

Sin embargo, el líder comunista andaluz indicó que la maoría de la organización en Andalucía atraviesa "una gran estabilidad". "Habrá problemas, vamos a discutirlos, pero en el seno de una gran tranquilidad, de una gran serenidad, donde el proyecto a mi juicio va a estar por encima de las peleas de personas o de las peleas de nombres concretos".

A su juicio, en la comunidad andaluza existe mucho diálogo entre los distintos partidos que integran el proyecto de Izquierda Unida y se pueden superar los problemas organizativos para enfrentarse a una asamblea enla que también se intentará impulsar un proceso de renovación, "que nunca debe ser sinónimo de reconversión, porque no sobra nadie".

"Es decir, sin huir de la realidad y sin cambiar el proyecto, sin cambiar su carácter independiente, ver cómo lo aplicamos día a día. Aquí hemos hecho una autocrítica con respecto a las tácticas, con respecto a cómo se comunica el proyecto con la sociedad", comentó Alcaraz, para quien también se deben plantear cómo dar "un mayor protagonismo de la pluralidad, sin ningún fán de hegemonía por parte de nadie".

Felipe Alcaraz reconoció que Luis Carlos Rejón está dolido con algunas corrientes de Izquierda Unida que llevan pidiendo su dimisión desde las elecciones del 3 de marzo y está cansado personalmente, porque "hasta los metales se agotan".