Tanto el coordinador general de la coalición, Gaspar Llamazares, como el portavoz del grupo, Joan Herrera, respaldaron la idea de crear esa subcomisión tras reunirse en el Congreso de los Diputados con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

Ambos se comprometieron a trabajar en ella como "garantes de la pedagogía positiva", para que la inmigración sea percibida por la sociedad como "un fenómeno positivo".

Por eso mismo, amenazaron con "dar un paso atrás" y salirse de la subcomisión si se convierte en un terreno "de francotiradores en el que prima la demagogia y el electoralismo".

Izquierda Unida percibió en la vicepresidenta la intención de basar la política de inmigración en la igualdad de derechos y obligaciones de los inmigrantes y el conjunto de ciudadanos españoles, un requisito que la coalición juzga básico.

Celebran, por ejemplo, que el documento entregado por Fernández de la Vega recoja propuestas de lucha contra la explotación de los inmigrantes y medidas de control sobre posibles explotadores.

También la idea de poder regular por ley los centros de internamiento de inmigrantes, que funcionan ahora según una orden ministerial que, en opinión de Izquierda Unida, supone un agravio para los inmigrantes, incluso respecto a delincuentes convictos encarcelados.

Herrera aseguró que la vicepresidenta no comentó nada sobre la posibilidad de prohibir regularizaciones masivas, como reclama el Partido Popular.