Según explicó a Servimedia José María Fuster, abogado de la Associació Catalana de Víctimes d’Organitzacions Terroristes (ACVOT), personada en la causa como acusación popular, este testigo protegido era un antiguo miembro de la célula islamista que incluso llegó a viajar a Afganistán para entrenarse en los métodos del terrorismo "yihadista".

La célula de la que formaba parte el testigo protegido estaba formada por al menos diez terroristas islamistas. El grupo fue detenido en el barrio barcelonés de El Raval el pasado 18 enero en una operación policial ordenada por el juezMoreno. Otras cuatro personas fueron arrestadas en esta operación pero finalmente quedaron en libertad.

La presunta célula estaba compuesta por Maroof Ahmed Mirza, Mohamed Tarik, Qadeer Malik, Hafeez Ahmed, Roshan Jamal Khan, Shaib Iqbal, Imram Cheema, Mohammad Ayud Elahi Bibi, Mohammed Shoaib y Mehmooh Khalid, en total ocho paquistaníes y dos indios.

Cinco días después de su arresto, el 23 de enero, el propio juez Moreno decretó el ingreso en prisión preventiva de los diez presuntos islamistas al imputarles un delito integración en organización terrorista, acusando, además, a ocho de ellos de un delito de tenencia y fabricación de explosivos.

En el auto de prisión, el magistrado afirmaba que el grupo había alcanzado "plena capacidad operativa y técnica" y añadía que los presuntos islamistas estaban a punto de cometer un atentado suicida en el transporte público de Barcelona, extremo confirmado hoy por el testigo protegido, quien precisó que los terroristas tenían como objetivo el metro de la ciudad.

TRES TERRORISTAS SUICIDAS

El juez Moreno aseguro que el grupo contaba con tres personas, en concreto Imram Cheema, Mohammed Shoaib y Mehmooh Khalid, que estaban dispuestos a inmolarse en el atentado contra el metro de Barcelona.

Según revelaron en aquel momento fuentes de la Audiencia Nacional, uno de los elementos claves que dio a conocer la actividad de la célula y que desencadenó la operación policial fue la colaboración del testigo protegido.

En su declaración de hoy ante el juez Moreno, el testigo aseguró que una de las obsesiones de los miembros de la célula era pasar inadvertidos, parecer "gente normal" a los ojos de los vecinos. El testigo llegó a asegurar que cualquier persona que se cruzará con él por la calle jamás podría llegar a pensar que se trataba de un terrorista suicida.

El abogado Fuster calificó la declaración del testigo de "dura y contundente" y añadió que ha aportado "elementos suficientes" para poder continuar con las acciones legales, y, en este sentido, señaló que en los próximos días pedirán el procesamiento de los imputados en la causa para que se pueda celebrar el juicio contra ellos.