ISABEL ALLENDE PIDE QUE NO SE ABANDONEN LOS PROCESOS JUDICIALES EN LOS QUE ESTABA INVOLUCRADO PINOCHET
- La hija de Salvador Allende se entrevistó con Zapatero en la sede del PSOE
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La diputada chilena Isabel Allende, hija del ex presidente Salvador Allende, pidió hoy en Madrid que los jueces continúen investigando todos los crímenes por los que estaba imputado el dictador Augusto Pinochet y el resto de los responsables de la represión.
Allende, que se reunió hoy con el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en la sede del Partido Socialista, dijo que los crímenes cometidos por los responsables de la dictadura militar "no son amnistiables ni prescriptibles", y manifestó su confianza en que los tribunales impidan que los hijos de Pinochet hereden la fortuna del dictador.
Bajo su punto de vista, la "herida" de la sociedad chilena por los 18 años de dictadura militar sigue abierta porque a día de hoy aún no se ha hecho justicia y quedan muchos desaparecidos sin localizar y muchos cadáveres que recuperar e identificar.
La condición imprescindible para que se produzca una reconciliación real de la sociedad chilena es que no haya "impunidad" y se continúe con los 400 procesos judiciales abiertos en ese país contra los responsables del régimen de Pinochet.
"La Justicia tiene que continuar su trabajo", dijo, "y eso no tiene nada que ver con la venganza (...) nosotros no conocemos el odio, lo que buscamos es justicia", insistió la hija del ex presidente chileno asesinado por Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
La continuación de esos procesos judiciales implica también que los tribunales impidan que las fortunas que se amasaron de manera ilícita durante la dictadura vuelvan a manos de la sociedad chilena.
Así debería ocurrir con los más de 30 millones de euros que el general Pinochet lega a sus hijos y que, según Allende, deberían servir para resarcir a sus víctimas.
AGRADECIDA A GARZÓN
La diputada tuvo palabras de agradecimiento para el juez Baltasar Garzón, que abrió un proceso contra el dictador que acabó con su detención en Londres durante un año. Para Allende, lo más importante de esta actuación judicial no fue el apresamiento de Pinochet, sino el cambio que propició en la mentalidad de los jueces chilenos.
A partir de ese momento, la justicia de Chile asumió que debía juzgar los desmanes de la dictadura y no dejar impunes las violaciones de los derechos humanos ocurridas bajo mandato de Pinochet.
Además, sirvió para que la sociedad chilena en su conjunto entendiera que los asesinatos, torturas y desapariciones no fueron "excesos" de algunos miembros del régimen, sino que se trató de "una política de Estado" de la que Pinochet fue el máximo responsable.
Con todo, la muerte del dictador no representará un cambio significativo en la política de Chile, puesto que ya no era una figura política relevante e incluso la derecha más radical lo tenía "olvidado". Su muerte es sólo el fin de "un ciclo personal".
Allende reconoció en rueda de prensa que "nunca" esperó ver a Pinochet entre rejas y menos tratándose ya de un un nonagenario, pero si echó de menos "una sentencia condenatoria", que habría servido para reforzar el Estado de derecho y la democracia en Chile.
"INVENCIÓN MARXISTA"
Además, destacó el hecho de que Pinochet muriera un día 10 de diciembre en que se conmemora la Declaración Universal de los Derechos Humanos, contra los que atentó sistemáticamente y que consideraba una "invención marxista". "Es una buena jugada del destino", sentenció Allende.
Con todo, la parlamentaria insistió en la necesidad de avanzar en la reconciliación y sutura de las heridas en la sociedad chilena, para ello es necesario "avanzar en el reconocimiento de las víctimas y en la administración de justicia".
Pero sobre todo, es imprescindible lograr un consenso general para que "nunca más" se recurra a los métodos usados por la dictadura y se renuncie a los golpes militares como modo de intervenir en política.
Allende hizo además un llamamiento a "la calma y la serenidad", y aunque defendió la "legítima" alegría que están demostrando en la calle las víctimas de la dictadura, condenó los altercados que están ocasionando algunos "encapuchados", que "no representan los sentimientos de los demócratas chilenos".
MEMORIA HISTÓRICA
Sobre su entrevista con el presidente del Gobierno, dijo haberse sentido "como en casa" y agradeció el respaldo del Ejecutivo español y la solidaridad de un pueblo con el que los chilenos comparten una "historia entrelazada" de lucha por la democracia.
Zapatero transmitió a Allende el apoyo del Gobierno al proceso democratizador chileno y le explicó los avances que se están haciendo en España para recuperar "la dignidad y la memoria" de los represaliados por la dictadura franquista.
En ese sentido, el presidente del Gobierno explicó a Allende el proyecto de ley de Memoria Histórica que está pendiente de debate en el Congreso de los Diputados y que pretende hacer justicia a las víctimas y cerrar las heridas producidas por la Guerra Civil y la dictadura.
(SERVIMEDIA)
11 Dic 2006
G