Los miembros de la Coordinadora Federal de IS celebraron hoy una reunión en Madrid, en la que intercambiaron puntos de vista sobre la situación política creada tras ls últimas elecciones autonómicas y municipales, y aportaron iniciativas sobre la forma en que los socialistas deben recuperar el terreno perdido en los comicios del 28-M.

El portavoz de la corriente, Antonio García Santesmases, explicó que tras la derrota del PSOE y la "victoria importante" obtenida por el PP en la última cita electoral el partido socialista está obligado a abordar una renovación y a plantearse qué candidato debe representar al partido en las próximas elecciones generales.

A su jicio, el desgaste del proyecto socialista y la pérdida de credibilidad de sus dirigentes como consecuencia de los casos de corrupción hacen necesario un cambio de caras en el partido, buscando a personas que estén alejadas políticamente de los comportamientos irregulares del pasado.

En este sentido, García Santesmaeses apostó por un líder socialista para las próximas generales cuyo perfil se sitúe a la izquierda de Felipe González y que sea capaz de marcar claramente cuál es el territorio de la izquieda.

"Nosotros pedimos a Felipe González", agregó Santesmases, "que abra el debate sobre las personas que deben encabezar el PSOE para las próximas elecciones generales, sin que este hecho suponga un acontecimiento traumático, porque debe hacerse mediante la participación de los militantes y con el acuerdo de la dirección del partido".

NI FELIPE NI GUERRA

Por su parte, Manuel de la Rocha, diputado y dirigente de IS, aseguró que el agotamiento del proyecto socialista requiere una regeneración delpartido. Añadió que en el futuro ni Felipe González ni Alfonso Guerra deben seguir llevando las riendas de la organización, "porque aunque han prestado importantes servicios al socialismo en la nueva etapa no deben estar en primera línea del liderazgo socialista", resaltó.

De la Rocha subrayó que el último Comité Federal del PSOE fue una oportunidad perdida para abordar el debate sucesorio, al tiempo que animó a los militantes socialistas a que asuman el protagonismo y a que planteen en los órganos dedirección "aquello que dicen en los bares y en las reuniones", renunciado a utilizar un doble lenguaje de crítica y de adhesión inquebrantable al mismo tiempo.

Otra de las conclusiones extraídas por los integrantes de Izquierda Socialista tras las elecciones del 28-M es que Izquierda Unida (IU) no ha conseguido su propósito de suceder al partido socialista como fuerza hegemónica de la izquierda y ha conseguido menos apoyo del que esperaban sus dirigentes.

Los representantes de IS consideraron queel 30 por ciento de votos obtenido por el PSOE en los últimos comicios constituye una base electoral suficiente para que el partido reaccione y se mostraron partidarios de desbloquear las relaciones con el partido de Julio Anguita para formar gobiernos en municipios y autonomías.