Durante el debate a puerta cerrada en la reunión del Grupo Parlamentario, el pasado martes, tanto los representantes del sector "guerrista", entre ellos el propio Alfonso Guerra, como los ex ministros José Borrell y Juan Manuel Egugaray criticaron el fondo y la forma de esta propuesta.

Todos ellos advirtieron al impulsor de esta propuesta, Jordi Sevilla, de que la reducción del número de tipos del IRPF supone necesariamente una disminución de la progresividad de este impuesto.

Después de que el propio Jordi Sevilla defendiera a puerta cerrada sus tesis, Jesús Caldera minimizó las críticas en una rueda de prensa, en la que subrayó que todos los socialistas coinciden en lo básico, es decir, en la necesidad de modernizar el atual sistema fiscal.

Caldera reiteró que el objetivo de los socialistas no es sólo modificar el IRPF, sino reformar globalmente el sistema fiscal para hacerlo más justo y más equitativo, especialmente para quienes reciben sus ingresos a través de una nómina.

El dirigente socialista insistió en que el objetivo de los socialistas es dotar de progresividad al conjunto del sistema y evitar que las rentas más altas, especialmente las de capital, se beneficien más que los ingresos del trabajo. La solucón, dijo, sería equiparar la tributación de los distintos tipos de renta.

Esa es una coincidencia básica del conjunto del partido a partir de la cual han lanzado un debate a la sociedad, dijo Caldera, que restó relevancia a los "detalles técnicos" que puedan despertar algún recelo.