IU considera que el texto del Ejecutivo redunda en la regresividad que introdujo la reforma de 1998 y asume el "ideario económico conservador" basado en la reducción de los impuestos directos y el aumento de los indirectos, lo que beneficia a los patrimonios más elevados y las rentas del capital.

En este sentido, IU critica que este proyecto beneficia en mayor medida a las familias de mayores ingresos con el aumeno del mínimo personal y familiar y la deducción en la cuota para trabajadoras con hijos menores de tres años; y mezcla "las churras con las merinas" al incluir un subsidio para las mujeres que no puedan aplicarse la reducción fiscal por la "risible cantidad" de 16.000 pesetas al mes.

Además, aumenta la reducción en los rendimientos del trabajo y, "con la socorrida excusa de fomentar el ahorro privado", articula medidas que son "verdaderos regalos fiscales a los rendimientos del capital" y reduce el "tpo único de las plusvalías" al 15 por ciento, un "duro golpe" para los principios de progresividad y justicia tributaria.

Finalmente, la reforma disminuye los tramos a cinco y el tipo máximo hasta el 45 por ciento, algo que "acomoda peor la carga tributaria de manera justa con relación al nivel de renta" y ofrece otro "regalo fiscal" a las rentas más elevadas.

Por ello, IU propone un IRPF que grave las plusvalías, reconozca en su cuota las deducciones familiares, cuente con más tramos y mayores dducciones para las pensiones más bajas, haga tributar más a las rentas de capital, limite al máximo la tributación de los empresarios individuales que utilizan estimación objetiva y acabe con los excesos en la fiscalidad de los planes privados de pensiones.

Esto deberá ir acompañado de un impulso a la lucha contra el fraude y la elusión fiscal, que debe abordarse como una prioridad con el fin de lograr un impuesto sobre la renta "más justo, más equitativo, y que aporte un nivel suficiente de recaudacin".