IRENE VILLA PIDE A LAS NIÑAS HERIDAS POR EL ATENTADO "QUE TENGAN MUCHO ANIMO"

MADRID
SERVIMEDIA

Irene Villa, la niña de 14 años que sufrió la amputación de las dos piernas como consecuencia de un atentado de ETA, transmitió hoy, en declaraciones a Servimedia, un mensaje de esperanza a las hermanas Juana y María Gabriela Cañizo Cantó, de 8 y 15 años, respectivamente, que resultaron gravemente heridas en la explosión de un coche-bomba accionado por la misma banda terrorista, el pasado lunes, en Madrid, a quienes pidió "que tengan mucho ánimo".

Irene dijo a esta agencia que al día siguiente de proucirse el cruel atentado que acabó con la vida de siete personas y causó heridas a más de una veintena, acudió acompañada de su madre, Maria Jesús González, a visitar a las dos hermanas, que reciben asistencia médica en dos hospitales madrileños.

María Gabriela sufrió la pérdida del ojo izquierdo así como heridas en sus piernas de las que se recupera de modo favorable, por lo que está previsto que esta misma tarde abandone la Unidad de Reanimación del Hospital Gregorio Marañon.

Juana, por su part, permanece en estado grave ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de la Princesa, aunque evolución muy favorablemente de las heridas de sus piernas.

Irene Villa explicó que, aunque el martes no pudo ver a las dos niñas dada la extrema gravedad de su estado, sí pudo hablar con sus padres que "se alegraron mucho de verme".

Indicó que dijo a los padres de Juana y Gabriela "que ya iré a verlos otra vez para saber que tal están y que se animaran", y añadió que insistirá hasta que ueda hablar en persona con Juana y Gabriela.

Ese día, el mensaje que les transmitirá será "que tengan mucho ánimo" y se mostró convencida de que "se recuerparán, que estarán bien, porque por lo visto han sido heridas bastante graves y yo cro que con el tiempo se curan. Yo creo que lo principal es que tengan mucho ánimo", reiteró.

Irene dijo a esta agencia que cuando conoció que ETA había perpetrado el atentado el pasado lunes en la glorieta de López de Hoyos, momento en el que ella se encontraba n su casa, sintió "impotencia y rabia".

Explicó que se enteró de la matanza a través de la televisión, aunque no quiso ver las imágenes, y que no sintió miedo, sino que "fue horrible, no lo puedo explicar".

Finalmente, afirmó que no habló con su madre del atentado porque "prefiero no comentarlo y pasar de pensar en los terroristas", para olvidarse del día en que ella fue alcanzada por una acción criminal de ETA.

Tanto Irene como su madre resultaron gravemente mutiladas al estallar una de lastres bombas colocadas por miembros de3 la banda terrorista en esta capital, el pasado 17 de octubre de 1991.

(SERVIMEDIA)
24 Jun 1993
S