Lo señaló en un acto de campaña en Barcelona, en el que también intervinieron su compañera de lista, Isa Serra; la secretaria general de Podemos, Ione Belarra; la líder de Podem Catalunya, Conchi Abellán, y la activista por los derechos trans Mar Cambrollé.

Montero trasladó que tienen “la responsabilidad de hacer todo lo que esté humanamente en nuestra mano política y diplomáticamente para pararle los pies” al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y llamó a romper la “coalición de guerra” que gobierna Europa y es “cómplice” del político israelí.

Puso de ejemplo a Colombia, que está “al frente de la dignidad del mundo” al estar dispuesta a enviar soldados para “construir paz, asegurar zonas humanitarias y que las zonas seguras se respeten para que entre la ayuda y salvar las vidas de los palestinos”, que “necesitan a la humanidad en pie defendiendo su vida”.

Aseguró que le daría “vergüenza lavarle la cara” a Netanyahu como hace el PSOE en la carta en la que pide el voto para las elecciones al “evitar nombrar la palabra genocidio” y se preguntó cómo España es capaz de romper relaciones diplomáticas con Argentina “por unas palabras repugnantes” y tras ocho meses de ataques a Gaza no haya tomado la misma decisión con Israel. “¿Qué intereses tan poderosos pueden atar a un país de paz con un Estado genocida como Israel?”, subrayó.

"URNAS DE PAZ"

Precisamente, la exministra de Igualdad señaló que Cataluña es un “país de paz” y por eso “tiene que llenar las urnas de paz” para frenar a Israel. Cargó también contra el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, por afirmar que “las guerras se ganan en el campo de batalla”, con lo que “desprecia la tarea para la que ha sido elegido”.

Montero llamó a la gente a pensar en sus “convicciones más profundas” y hacerse preguntas como si la cantidad de guerras que habría en el mundo sería la misma “si fuesen los hijos de los ricos los que muriesen en ellas o si fuesen los ricos los que pagasen esas guerras y no las familias”.

Además, señaló que la guerra está siendo la “excusa” para que las “élites europeas impongan de nuevo las reglas fiscales” e introduzcan “en el corazón de la toma de decisiones en Europa” a los “herederos de Mussolini”, en referencia a la invitación a cooperar que le ha hecho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Pidió además no tolerar “la hipocresía de la socialdemocracia europea” y del PSOE por hacer una campaña afirmando que “quieren parar a la extrema derecha” al tiempo que ya han pactado con Von der Leyen sentarse en la misma Comisión Europea y hacer a la candidata socialista, Teresa Ribera, comisaria “para lavarle la cara a los neoliberales y a los hombres de negro que vuelven a traer los recortes”.

"DEMASIADO BUITRE"

Por otro lado, la candidata de Podemos subrayó que “los derechos son derechos y no son negocios” por lo que hay que “crear empresas públicas” e intervenir en los sectores estratégicos de la economía porque “hay demasiado buitre y especulador convirtiendo nuestros derechos en negocios”.

Reclamó también la derogación del Pacto de Migración y Asilo al ser una propuesta “de la extrema derecha aplaudida vergonzosamente por la socialdemocracia europea” y pensada por gente que “no tiene la más mínima humanidad”. Pidió que las fronteras no estén llenas de muros y concertinas, sino de “mantas, comida caliente, agua, abrazos y acogida”.

Acabó su intervención afirmando que empatiza con aquellos que sienten miedo ante la “reacción conservadora” para a continuación exclamar que “con miedo no va a bajar el precio del alquiler, la energía o la cesta de la compra” y pedir “esperanza”, que “sí sirve para resolver los problemas”.

“Este es el momento de salir, de hacer que las cosas pasen, de darle fuerza a un partido que empuje con fuerza las transformaciones, que sea capaz de cambiar todo lo que tiene que ser cambiado. Se tiene que poner en pie en Cataluña y en España la izquierda que no guarda silencio”, indicó.