Rodríguez Zapatero participó en un almuerzo-mitin en la localidad madrileña de Collado Villalba junto al secretario general de los socialistas madrileños y candidato a la Presidencia de la Comunidad, Rafael Simancas. Antes ambos habían asistido al concierto por la paz clebrado en la Puerta de Alcalá.

Su intervención estuvo centrada en la guerra en Iraq y en la valoración y respuesta de las declaraciones de Aznar en los últimos días, calificando de "peligrosos" a los que salen a las calles. Se trata, denunció, de un mensaje "de una derecha con algún punto de intolerancia preocupante", a la que es necesario recordar "que esos comunistas, pacifistas, nacionalistas democráticos, socialistas, sindicalistas y gentes de la cultura, son, ante todo, españoles, y todos son neesarios, piensen lo que piensen".

A continuación, le pidió que reflexione y piense por qué muchos votantes del PP están en las calles junto a esos a los que cree peligrosos. "Mientras no se hagan esa pregunta, sus expectativas irán cada día a peor. Y lo que no puede ser es que porque sus expectativas vayan a peor el presidente del Gobierno eleve el tono del radicalismo y de la confrontación, cuando lo que necesita el país es un presidente que se reencuentre con la gente y que transmita serenidad. Si n lo hace", añadió, "lo haremos nosotros en 2004, cuando ganemos las elecciones".

Acorde con esa necesidad de serenidad que Zapatero aprecia en el actual escenario político, llamó a sus candidatos a hacer una campaña electoral con prudencia, tolerancia y responsabilidad, y que estén dispuestos a tender la mano al PP cuando esté en la oposición.

"COMO SI YA GOBERNARAMOS"

Los socialistas, les dijo, "tenemos una obligación política que nos exige ser tan responsables como si tuviéramos una mayoría plítica representada en las urnas". Es necesario, advirtió, ganar "con elegancia", viendo en el triunfo una esperanza cumplida de la gente, y no un castigo del PP.

"Yo no pienso que el PP sea un partido peligroso, como dicen ellos de nosotros. Es un partido necesario, sobre todo para estar en la oposición. Es poco sensato intentar dividir a los españoles y animar vientos de crispación. Es poco inteligente, y también poco acorde con lo que siente y con lo que es la sociedad española", agregó.

Ese sntimiento de la gente contra esta guerra se debe, en su opinión, a que la ciudadanía intuye que tras este conflicto vendrán más, destinados a imponer una nueva lógica internacional diseñada por el Pentágono. Es necesario por ello, afirmó, que Aznar explique qué hará cuando esta guerra termine, si respaldará un protectorado en Iraq o defenderá que el control sea asumido por la ONU, y si respaldará las eventuales intervenciones militares que puedan seguir a ésta.

"Eso es lo que debería explicar Aznar, e vez de insultar a la digna oposición que ha tenido durante estos tres años", dijo, al tiempo que pidió a los suyos un reconocimiento expreso a la labor emprendida por toda una generación de jóvenes con principios y valores, y por las gentes de la cultura.

A todos ellos les garantizó que su Gobierno jamás apoyará una guerra "ilegal, absurda e injusta, como ha hecho el PP" sino que, por el contrario, defenderá una acción de España en el mundo basada en su cultura, en su Historia y en su lengua, es deci, en su capacidad para comunicarse con tantos pueblos del mundo. Eso es lo que la convierte en un país fuerte, no la exhibición de poderío militar.

HAY OTRA FORMA

Esta reflexión sirvió a Rodríguez Zapatero para enlazar con otro de los mensajes que lanzó a sus candidatos: es necesario demostrar a los ciudadanos que el PSOE hará las cosas de otra manera, es imprescindible que los españoles confíen en ese modo distinto de gobernar.

"Gobernaremos de una forma radicalmente distinta, uniendo al país,cohesionándolo territorialmente, llamando a la gente para participar, respetando a los adversarios porque todos tienen un papel importante, confiando en que todos buscan lo mejor para el país, en que todos pueden tener algo de razón, y no sembrando el temor y el miedo, que es lo que hace el PP".

Hay que transmitir, insistió, "que se pueden y se van a hacer las cosas de manera diferente, que esto no es una lógica inevitable, que esto no es estar con los aliados, que esto no es garantizar la seguridad, ue no se hace en nombre de la paz, sino en nombre del dominio político, de la lógica militar y de una falta absoluta de personalidad al frente del Gobierno de España, que no ha sabido garantizar la autonomía, la independencia y la personalidad de nuestro país".

"¿Hasta dónde puede llegar la falta de sentido de las cosas?", se preguntó, recordando que Aznar advirtió de que el PSOE sacaría a España del mundo, o que la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, celebró a los dos días de comenzar la guera que habían subido las bolsas y había bajado el precio del crudo. "Eso es lo que a mí me parece peligroso, preocupante", afirmó.