En un auto hecho público hoy, los magistrados del Tribunal Supremo consideran que los hechos denunciados no son constitutivos del delito de injurias graves con publicidad que Valderrama imputaba a Palacio.

Valderrama se querelló contra Palacio después de que ésta afirmase en un programa de radio que su dimisión era un "incidente menor" y que su renuncia se debía a que sentía miedo y no podía resistir una situación de tensión como la que se vivía en aquellosmomentos previos a la guerra en Iraq.

Cuando dimitió, Valderrama dijo que renunciaba a su cargo porque su conciencia no le permitía defender la política del Gobierno español en relación a la intervención en Iraq.

El Supremo considera que los hechos denunciados no revisten carácter penal, pero podrían ser objeto de una acción civil, al amparo de la ley de protección del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen.

Los magistrados descartan el carácter penal de los hechos denunciados dadas las circunstancias en que se produjeron las manifestaciones de la ministra: una entrevista radiofónica reproducida luego por distintos medios de comunicación.

En este sentido, señalan los jueces que "los titulares y comentarios aparecidos en los medios de comunicación social escapan plenamente del posible control y responsabilidad de la querellada".