En su comparecencia ante el Congreso, Trillo reconoció estos vuelos en el espacio aéreo español, pero aseguró que no sobrevolaron núcleos urbanos, y no aclaró si repostaron en vuelo, una maniobra especialmente arriesgada en un bombardero de escasa maniobrabilidad con treinta toneladas de explosivos en su interior.

En una rueda de prensa, el portavoz socialista, Jesús Caldera, denunció que el Gobierno no sólo ha "promovido" la guerra en Iraq, sino que, además, ha puesto a disposiión "de los ejércitos invasores" el territorio y el espacio aéreo de nuestro país.

A eso, que ya de por si los socialistas consideran "grave", se añade la constatación de que "las fortalezas" B-52 han sobrevolado España con treinta toneladas de bombas en su interior.

Los socialistas creen "vergonzante" que el Gobierno no haya informado a la opinión pública de estas maniobras, que la ministra de Exteriores calificara de "bulo" las informaciones, y que Trillo tuviera que reconocerlo finalmente por ntentara "minimizarlo".

Caldera exigió al ministro que aclare si los B-52 repostaron en vuelo y, mientras lo hace, han solicitado el envío de los planes de vuelo de estos aparatos y las cintas que recogen las conversaciones entre los controladores aéreos y los comandantes de los aviones. "Nos consta que existen esas cintas", aseguró.

Aseguró además que esa maniobra de repostaje en vuelo entraña serios riesgos, pese a que Trillo dijera que se realizan incluso en exhihiciones. "¿Piensa usted que soos tontos? ¿Es que es lo mismo un caza sin armamento que un B-52 cargado con centenares de bombas? No es lo mismo, señor Trillo, el riesgo se incrementa de forma exponencial", recalcó.