Según informaron a Servimedia fuentes de la Oficina de Información Diplomática (OID), existe "normalidad" en todas las embajadas españolas cercanas a Iraq, con la única excepción del temor existente en Kuwai.

No obstante, la delegación española en este país dispone de todas las medidas de seguridad necesarias para resguardarse de un posible ataque, incluso con armas químicas y biológicas. El Gobierno ha facilitado a todos los empleados trajes de protección y máscaras antigás.

Asimismo, el Ministerio de Exteriores permanece en contacto con los periodistas españoles desplazados a la zona para conocer el trato que reciben del régimen iraquí. Aunque algunos de ellos habían denunciado que Iraq les había bligado por la fuerza a salir de los hoteles, las fuentes consultadas aclararon que sólo era para mostrarles los daños provocados por los primeros bombardeos.